¿Sabes? Existe una clase de personas que realmente son
diferentes. No me malinterpretes, diferente es cualquiera, pero hay una diferencia
que las hace extraordinarias.
Esas personas, son las que no quieren ver lo que
ve el resto, quieren ver más allá, o quizás, no saben observar de ninguna otra
manera.
Hablo de personas que consiguen el exquisito equilibrio entre
inteligencia y corazón. Éstas, basan su vida en una única oportunidad, están al
margen de los juegos, no les van las cosas forzadas y cuando algo no les
convence, prefieren alejarse, protegerse de quienes no saben de inteligencia, o
no saben de corazón.
Estas personas tienen temor a ser dañados, necesitan ser cuidadas, pero son
fuertes, son fuertes y, en ocasiones, también valientes, porque es lo que tiene
sentir con el corazón y pensar con la razón.
Verás, son un tipo de personas que
saben cuánto apuestan por algo, y a pesar de ello, siguen adelante; dan todo
cuanto pueden y, sencillamente, no esperan nada a cambio, y es que por el mero
hecho de dar, ya reciben.
¿Sabes otra cosa? Ese modo de personas, deciden
desaprender todo eso que los demás acumulan en su vida, desaprenden el rencor,
los remordimientos, la envidia y el egoísmo. Pues deciden que su vida sólo es
una partida, que no hay lugar a más de un juego y que es mejor ir con todo.
A
esas personas las verás llorar, las verás reír, incluso temblar durante horas, y las verás encontrar felicidad
donde nadie más repararía, no las verás reprochar nada, las verás ansiando vivir
con lo único que quieren, lo único que necesitan.
Son fáciles de reconocer, te hacen sentir su especialidad, no pueden evitar agradecer lo que hagas por hacerlas sentir bien, no pueden evitar sonreír ni pueden evitar las lágrimas. Tan pronto suben como bajan, pero qué quieres, si cuando se va con todo, ese todo las arrastra detrás, a lo bueno y a lo no tan bueno, a lo fácil y a lo difícil. Pero ahí van, detrás de ese todo, con confianza, sin miedo.
Aunque quizás, lo más relevante sea que cuando las mires, sabrás que son personas de verdad,
porque cuando las mires y repares en cómo su mirada ve más allá, en cómo su
mirada te ve a ti, como nadie puede hacerlo; entonces, será cuando sepas que
esa persona es lo que muestra, que esa persona está apostando todo lo que tiene
en sus manos y que todo, lo hace porque ha decidido que seas su única
oportunidad.
Que seas su única partida y que seas quien descubra que sabe
quererte con el corazón y trata, ante todo, tener presente la razón.
PD. La sinceridad es algo racional, que puede ser superficial. La verdad es tan racional, como sentimental. Ante la verdad, nada puede, no existe verdad a medias, ante la verdad, no hay mentira.
Firmado: Yanira Contigo.